Uno de los temas mas importantes de este año la famosa pregunta
¿porque?
O no lo queremos dar cuenta lo que hacemos que somos culpable. Yo se que mis enemigos visibles o invisible - Esta dedicado para ellos de parte mía yo lo ayude jamás me sometí a sus voluntades - ahora que son grandes "Señores" - se olvidan de la cloaca que vinieron o que prometieron - yo sigo ayudando a despertar consciencia - una de la forma es este medio - no soy un gran escritor y va dirigido a ciertas personas que le interesa el tema - se que lo le pasara muchos me han sentenciado por hacer lo correcto - si por ayudar a los demás es incorrecto - lo correcto es robar y decir si amo, deje monos de joder y no seamos hipócritas.
Una de las muchas novedades teológicas de nuestra época es la doctrina de “maldiciones generacionales" - hay un porque - siempre hay una causa que uno lo realiza correctamente y un efecto que es incorrectamente que enseña que una persona puede nacer bajo una sentencia de castigo (“maldición”) por pecados que cometieron sus antepasados. También se realiza cuando una persona daño moralmente a otra - por haberla usado - incluso si te roban podes maldecir a ese sujeto la ley de la causa efecto es quien te juzgara - el daño `psicológico y moral esta contemplado - si para todo Dios todos los seres somos iguales porque nacen niños con deformaciones etc.
Las Madiciones a menudo se entiende en términos mágicos como un maleficio, con una especie de hechicería santa. Así resulta que uno puede nacer cargando la maldición de sus padres, abuelos o hasta bisabuelos.
Y como la humanidad es bastante pecadora, sería de suponer que muy pocas personas hayan nacido sin alguna maldición a cuestas. Eso karma que arrastra.
NO ES UNA SUPERTICION
NO ES UNA SUPERTICION
El misterioso esta en el relato evangélico que narra la condena de Jesús a un árbol sin fruto exige tratar de entender su significado. Además, si lo único eterno es Dios, todas las instituciones están sujetas al paso del tiempo y a las exigencias de los hombres.El milagro más extraño que Jesús realizó en su vida, según el Evangelio de Marcos, fue el de maldecir y secar una higuera. Es el único milagro “destructivo” de Jesús, el único que realizó en Jerusalén, el único que demoró 24 horas en cumplirse, y el único históricamente incomprensible. Su relato resulta tan incómodo, que la Iglesia no lo lee nunca los domingos en la misa. Cuenta san Marcos que una mañana Jesús salió con sus discípulos del pueblito de Betania, cerca de Jerusalén, y a poco de andar sintió hambre; viendo a lo lejos una higuera se acercó, pensando encontrar frutos; pero el árbol estaba vacío; “es que no era tiempo de higos”, dice Marcos. Entonces Jesús la maldijo diciendo: “¡Que nunca nadie coma frutos de ti!” Y siguió viaje con sus discípulos hacia el Templo de Jerusalén. Al día siguiente, cuando volvió a pasar por el lugar, sus discípulos vieron con asombro cómo la higuera se había secado hasta sus raíces (Mc 11,12-26).
El episodio siempre ha llamado la atención de los lectores de la Biblia, que se preguntan cómo es posible que Jesús, un maestro lleno de bondad y misericordia, en un ataque de
furia pudiera haber destruido una inofensiva higuera simplemente porque no le dio frutos.
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